Fue la novia de América, con permiso de Mary Pickford, aunque desde luego sí que lo fue en el glorioso tecnicolor y cinemascope de los años 50 y 60, en esas películas de sonrisas perfectas que glosaban de forma ejemplar el american way of Life.
Doris Day, de nombre real Doris Mary Ann Kappelhoff, ha fallecido a la edad de 97 años, con una larguísima carrera detrás de sí como cantante y actriz, 2 actividades que unió de forma ejemplar en multitud de ocasiones, por ejemplo, en «el hombre que sabía demasiado» de Alfred Hitchcock, en la que nos dejó para la eternidad aquel glorioso «que será será», ganadora de un Oscar y compuesta por Jay Livingston.
Se dijo co\nn cierta displicencia y maldad de Doris Day, que fue la más asexuada,de las estrellas de Hollywood, una especie de figura virginal, cuya sola presencia garantizaba sonrisas amables pero nunca un sentimiento mínimamente pecaminoso. Prueba de ello es aquella famosa frase de Groucho Marx: «Soy tan viejo, que recuerdo a Doris Day cuando era virgen.»
Y sin embargo su imagen, que representaba inequívocamente la imagen de la mujer americana saludable, rubia, bronceada, y siempre dispuesta a atender sin rechistar a su antagonista masculino, no permitieron que representase a la madre de Benjamín en El graduado.
Casada 4 veces, Terry Melcher, hijo adoptivo de su tercer matrimonio, acabaría produciendo buena parte de sus mayores éxitos. Debutó como cantante, acompañando a estrellas de las Big Bands, como Bing Crosby, en 1939, para hacer su primera aparición en el cine en 1948, un año antes de publicar su primer disco como solista.
Su ascenso fue rápido, especializándose fundamentalmente en comedias, aunque sin olvidar títulos fundamentales como «El trompetista» o «el hombre que sabía demasiado» de Alfred Hitchcock, en la que interpretaba a la abnegada esposa y madre que busca junto a James Stewart a su hijo, secuestrado, entre Marrakech y Londres.
Pero si algo recordamos de Doris Day son esas tres películas enormemente entrañables y divertidas, llenas a rebosar de falta de malicia, que protagonizó con Rock Hudson, «confidencias a medianoche», «un pijama para dos» y «no me mandes flores», formando una imposible pareja perfecta genuinamente americana poniendo luz y color al sueño americano, aunque él fuese homosexual, y ella representase más a la esposa perfecta según los cánones de la época, que a la tentadora vecina de al lado, y a quienes habria que añadir el tercero en discordia, Tony Randall.
Comedias maravillosamente intrascendentes que sin embargo todo el mundo recuerda con una nostálgica sonrisa en la boca. Comodias blancas reflejo de un mundo exclusivamente blanco, en el que todo era perfecto y posible, como la América que representaba a la vez que moldeaba.
La novia de América en tecnicolor y cinemascope, no ganó ningún Oscar, pero si se seis globos de oro y tuvo su propio show de televisión.
A Doris day la citaron Los Beatles en «Dig It» y Abba en «Thank you for the music», entre otros gloriosos guiños de la cultura pop a quién fue, en sí misma, un glorioso icono de la cultura popular del siglo 20.
In Technicolor dreams
14 de mayo de 2019
#PilowTalks
@Gerardo_DDC
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