Vivimos tiempos difíciles. O complicados, si se quiere, para cualquier cosa en que nos fijemos. También para el cine, y sin embargo, creo que nunca se habían hecho tantas películas como se hacen ahora. Más si contamos con toda la producción orientada a dar forma a la ficción televisiva. Cada semana se estrenan en salas una auténtica barbaridad de películas, por no hablar de las series nuevas, o ya existentes, que están en boca de todo el mundo. Parece que si no estás al corriente de todo ello no estás al corriente de nada.
Yo recuerdo mi infancia con la asistencia semanal al cine Usera, Ya lo he contado alguna vez, pero como mi cabeza se vaaaaa, que diría HAL9000 lo volveré a contar. Cada miércoles, mi abuela ne llevaba junto a mis hermanos al cine Usera y tras preguntar por «El señor Montero», y aparecer el buen señor, nos colaba. De esa forma vi yo un montón de películas que conformaron mi educación sentimental. Aquellas películas que yo vi allí en mi infancia, son mi particular «magdalena de Proust»: «Asfalto húmedo», «El oro de MacKenna» «20.000 leguas de viaje submarino», «El libro de la selva», «Ulises»… y unas cuantas más, aunque esas las tengo grabadas a fuego en mi memoria. Por algo que se me escapa (salvo que mi abuela no conociera al encargado) nunca íbamos al cine Niza, que era el otro cine que estaba en la manzana donde yo vivía en Usera.
Yo recuerdo nitidamente haber visto «Nosferatu», «El manuscrito encontrado en Zaragoza» o «El hombre ilustrado», entre otras, películas que me acompañan desde que las vi por vez primera, en televisión, allá por 1972-73, en «Cineclub», un «espacio» de la entonces conocida como UHF (desde hace mucho tiempo ya «La 2») y recuerdo la asistencia posterior, ya con conocimiento de causa de lo que hacía, a finales de los años 70 hasta bien entrados los 80, de forma compulsiva, a La Filmoteca Nacional (Hoy Filmoteca española, aunque a mi me cuesta llamarla asi) o al «Cinestudio Griffith» de glorioso recuerdo (entre otros lugares de peregrinación cinéfila) en donde yo veía a diario 4, 5 y hasta 6 películas… durante años. Me da vergüenza decirlo porque, por un lado, me parece un poco petulante, y por otro, me parece que me define como una especie de frikki cuando esa palabra creo que ni siquiera se usaba para definir a personajes como yo.
Pero hay más: de pequeño, en «la tele» ponían en plan random «cine cómico», que no era otra cosa que cortos de Chaplin, (Charlot), Buster Keaton, Harold LLoyd, «El Gordo y el flaco» o Harry Langdom. Asi que yo asimile todo aquello como una esponja.
Aún recuerdo la primera película que grabé >(en betamax) en casa de mi tío porque yo no tenia aún video: fue «El Compromiso» de Elia Kazan, doblada, sin formato y en pan & scan. pero enloquecí. la había visto en la Filmoteca y para mi era una obra maestra,por más que algunos la pusieran a parir.
Pero aún hay más: durante los años 80, y antes de la supuesta liberación que supuso la aparición de las cadenas privadas de televisión, y su maravillosa oferta de contenidos (esto es irónico, no se pilla el contexto y no voy a poner un emoticono para subrayarlo) con la llegada de Pilar Miró a la dirección de RTVE, ocurrió algo maravilloso cuyos ecos resuenan aún hoy día. En RTVE se empezaron a programar de forma sistemática ciclos temáticos, de actores, actrices o directores, que permitieron a cientos de miles de personas (he pensado si poner millones, pero he preferido dejarlo ahí) conocer la historia del cine de una forma ordenada, coherente, sistemática e intensiva.
Buena parte de la gente cinéfila que conozco vivieron su educación sentimental de una forma parecida a la mía, y no son pocas las personas que me dicen lo mucho que significó para ellas el hecho de poder ver en televisión española aquellas increíbles películas durante aquellos años.
Hace ya unos cuantos años, 4, creo recordar, en RTVE se comenzó a recuperar la memoria del cine español, de una forma tan intensiva como acaparadora de la parrilla, pero, sin lugar a dudas, visibilizando como creo nunca se había hecho, la historia del cine español. las cifras de audiencia han sido y son normales, buenas, estupendas y fabulosa, en función de las películas y los días. No nos damos cuenta, pero en unos años, aparecerá una legión de cinéfilos con voz propia (me resisto a llamarles «influencers») que nacieron al cine español con esas emisiones.
Por algo que se me escapa, durante años ha desaparecido prácticamente de las cadenas generalistas la emsion de cine clásico. El pretexto que se oía en el ambiente era (y es) que las películas en blanco y negro no interesan a la audiencia, y que las películas antiguas tres cuartas partes de lo mismo (aunque sean en color). De hecho, circulan por ahí chistes sarcásticos que tiendo a dar por buenos en su diagnostico, según los cuales, algunas personas que se supone que saben de cine y son de cierta edad, no conocen nada anterior a La Guerra de las Galaxias.. aunque en otras versiones la referencia temporal queda en Tarantino. Y yo creo que es cierto. Ese papanatismo de despreciar el cine «antiguo» (en blanco y negro y de años ha… ) ha hecho mucho daño, de forma que muchas esas personas (algunas de ellas se autodenominan «influencers») no son capaces de reconocer en películas actuales las huellas, en ocasiones mucho más que evidentes o de simple homenaje del cine clásico (que no tiene porqué ser antiguo).
Desde Octubre de 2018 la 2 de RTVE ha vuelto a programar clásicos del cine, en HD y con copias restauradas, bajo el título de «Días de cine clásico», amparándose en la marca de «Dias de Cine», lo cual, a mi me pareció muy bien cuando me preguntaron mi opinión. Desde entonces, no ha habido ni una sola película que no haya sido un éxito. Creo que las menos vistas han sido dos obras maestras incontestables como son «Cuentos de Tokio» y «Ladrón de bicicletas», imagino que porque son en blanco y negro. Aunque también era en blanco y negro «El gran dictador» y fue un sonado éxito de audiencia con una curva prácticamente lineal durante toda su duración de 1.000.000 de espectadores. Otros títulos en blanco y negro como «Gilda» o «Historias de Filadelfia» tuvieron muy buenas cifras de audiencia, y la emisión de una película como «Lawrence de Arabia» se convirtió en trending topic en Twitter. tengo la suerte de hacer las introducciones a esas películas. Y no digo que me lo paso estupendamente bien, porque entonces habrá quien piense que no me cuesta hacerlo. Ya me ha pasado. La ignorancia es muy atrevida.
Añoro, y soy realista, los tiempos en los que podían verse en televisión esas películas de forma casi permanente de modo que no fuera una excepción sino la norma. Tendemos a pensar que dado que hay plataformas de contenidos, o canales especializados, ya no hay que atender como se hizo en su día esos contenidos. Pero creo que esta semilla que hoy se está plantando, y que me gustaría que tuviese mayor presencia en la parrilla, se convertirá con el tiempo en esa educación sentimental que para mi fue lo que yo pude ver en mis años de formación, de modo que algún día se posible que nadie más vuelva a decir cosas que a fecha de hoy son ciertas: «la gente no ve películas en blanco y negro».
Hagamos entre todos posible en el futuro nadie pueda decir eso.
Podéis pensar que soy un soñador, pero no soy el único.
En Blanco y negro, a 3 de Mayo de 2019
@Gerardo_DDC
Deja una respuesta